El aceite de oliva ha existido desde hace miles de años, incluso en la Biblia se le llega a mencionar. Se trata del jugo extraído del fruto del árbol del olivo, cuyas aceitunas son recolectadas y procesadas para extraer el aceite.
Si bien su uso más común es dentro de la cocina, el consumo de aceite de oliva tiene una gran cantidad de beneficios, algunos de ellos son:
- El ácido oleico que contiene puede combatir el cáncer de mama.
- En pacientes con diabetes tipo 2 tiene efectos beneficiosos sobre el metabolismo de la glucosa y de las grasas.
- Es rico en antioxidantes que ayudan en la lucha contra el envejecimiento y las enfermedades degenerativas.
- Es un gran aliado para bajar los niveles de colesterol malo y subir el bueno. Es un alimento beneficioso para la salud cardiovascular.
- Ayuda a mejorar la digestión y protege frente a la gastritis, úlceras y lesiones gástricas.
- Previene el estreñimiento y mejora el funcionamiento de la vesícula biliar.
- Contiene un componente químico natural con propiedades antiinflamatorias.
- Estimula la producción de vasodilatadores y mejora la fluidez de la sangre, lo que disminuye los riesgos de hipertensión.
- Posee propiedades antioxidantes que podrían reducir el riesgo de padecer Alzheimer.
- Mejora la circulación sanguínea y previene las molestias al caminar.
- Contribuye a mantener la piel hidratada.
- Ayuda a prevenir las infecciones provocadas por bacterias como E. coli y Salmonella.