
A pesar de parecer delicado y sumamente difícil de cuidar, el cactus es una de las plantas más resistentes, y que puede valerse prácticamente por sí mismo; en pocas palabras, es un verdadero superviviente. Una vez que aprendas los cuidados básicos para estas plantas, puedes estar seguro que obtendrás muchos años de su fiel compañía como recompensa por tus cuidados.
- Maceta ideal: busca una maceta que tenga un buen drenaje y suficiente espacio para el crecimiento de las raíces del cactus.
- Riego: estas plantas necesitan una cantidad limitada de agua semanalmente.
- Tipo de tierra: los cactus necesitan un tipo de tierra que drene líquidos de forma rápida para evitar el acumulamiento de agua en sus raíces.
- Ubicación adecuada: ubica tu planta cerca de una ventana u otra área iluminada en donde pueda recibir mucha luz del sol de manera indirecta. La mayoría de los cactus necesitan varias horas recibiendo directamente la luz del sol, pero no por un tiempo prolongado.
- Temperatura: estas plantitas se adaptan fácilmente a ambientes diversos, en especial a los climas cálidos.
- Fertilizante: puedes fertilizar tu planta de manera semanal durante la temporada de crecimiento. El agua de arroz y el té de cáscara de plátano son una buena alternativa para aportar nutrientes a tus cactus.
No olvides que los cactus son seres vivos, así que de vez en cuando háblales bonito o ponles música para que se sientan queridos y en un ambiente de buenas vibras y amor.
