La Kombucha es una de las “sodas” de la naturaleza, tradicionalmente es elaborada a base de té verde o negro endulzado. El nombre proviene del japonés kombu, que quiere decir alga, y la terminación cha que significa té, es decir, té de alga.
Es una bebida fermentada con un ligero sabor ácido y ligeramente burbujeante rica en vitaminas, y que además contiene bacterias y levaduras que son beneficiosas para el cuerpo, ya que al tomarla nuestro cuerpo produce ácidos que ayudan a restablecer el balance y energía del cuerpo y a mejorar nuestro sistema inmunológico. En China, conocida como jon-cha-chin (hongo de té rojo), se cree que es una bebida que ayuda a equilibrar la energía vital, el chi, y que además nos ayuda mejorar la digestión de los alimentos.
Para su elaboración se requieren cuatro ingredientes principales: té, azúcar, agua y SCOBY (Colonia Simbiótica de Bacterias y Levadura, por sus siglas en inglés.) Debido a que la kombucha se realiza de manera artesanal, cada una es diferente, convirtiéndola en un excelente sustituto saludable de los refrescos y bebidas alcohólicas. Su sabor recuerda a la de la sidra, al vinagre de manzana o incluso al de la champaña.
