El maíz (también conocido como choclo, millo o elote) es un cereal que tiene la capacidad de adaptarse y crecer en climas completamente diversos. Actualmente lo encontramos cultivado tanto en América como en Asia y Europa. El maíz, junto con el trigo y el arroz, es uno de los cereales más importantes en la alimentación de la población del mundo.
Los primeros rastros de maíz se encuentran en la parte central de México en la época prehispánica, aunque algunos científicos y especialistas han encontrado indicios de su cultivo desde 2500 a.C. Como consecuencia de la llegada de los europeos a América, el maíz fue llevado al viejo continente, y de ahí, al resto del mundo.
La planta del maíz se compone por la hoja, el tallo, las hojas y la mazorca; ésta última es la parte comestible, siendo la parte central de la planta, sobre la cual crecen los granos de elote. La mazorca está rodeada por hojas alargadas y gruesas. Cada grano es considerado como un fruto que es independiente de los otros. Estos “frutos” son llamados cariópside y crecen de manera limitada en hilera de acuerdo al tamaño de la mazorca.
Según los lugares de cultivo existen diferentes tipos de maíz, el más común tiene un color entre blanco y amarillo, aunque también podemos encontrar granos rojos, azules o violetas según su variedad.
Los granos de elote son consumidos y preparados de muchas maneras en la gastronomía, así mismo, se pueden moler para obtener harina que se utiliza principalmente en la elaboración de las tortillas.