No, calladita no estás más guapa.
Tú eres preciosa cuando luchas,
cuando peleas por lo tuyo,
cuando no te callas
y tus palabras muerden,
cuando abres la boca
y todo arde a tu alrededor.
No, calladita no estás más guapa,
sino que un poco más muerta,
y si algo sé sobre ti
es que no he visto a nadie,
jamás,
con tantas ganas de vivir.
Gritando.