El consumo de café tiene efectos positivos sobre el grado de atención y concentración mental, la somnolencia matinal o la que se produce tras una comida en las primeras horas de la tarde, pero ¿cómo nos afecta una taza de café después del primer sorbo?
Los primeros 10 minutos: la cafeína es liberada en la sangre, por lo que el ritmo cardiaco se fortalece y aumenta la presión sanguínea, brindando una sensación de bienestar.
20 minutos después: tu concentración incrementa, y de repente tomar decisiones parece más fácil, así como solucionar problemas. La cafeína se conecta con los receptores de adenosina, lo cual reduce considerablemente el cansancio.
30 minutos después: la adrenalina liberada te carga de energía y amplía tus pupilas, lo cual mejora tu visión. La cafeína favorece las ganas de realizar actividad física y mejora la potencia en esfuerzos cortos pero intensos.
40 minutos después: el nivel de serotonina aumenta, mejorando el funcionamiento de las neuronas movibles y fortaleciendo tus músculos.
4 horas después: gracias a la liberación de energía, quemas grasa incluso estando sentado. Se genera la producción de jugo gástrico.
6 horas después: se produce un efecto diurético, junto con el agua, el organismo expulsa vitaminas y microelementos. El equilibrio de potasio y calcio se desajusta.