Actualmente en el mercado encontramos infinidad de mascarillas, y nos puede resultar un poco confuso saber cuál es nuestra mejor opción de acuerdo a nuestro tipo de piel o según el efecto y beneficio que buscas conseguir. Es por eso que traemos para ti una pequeña guía para que tengas mejor conocimiento de las diferentes presentaciones de mascarillas que puedes usar y ver cuál es la que mejores resultados te da.
Mascarillas de papel (Sheet masks): esta es una de las presentaciones más populares actualmente, se trata de hojas bañadas en suero que pueden ayudarnos a atacar problemas de deshidratación, irritación y envejecimiento prematuro. Son una opción muy práctica si estás de viaje o quieres un tratamiento rápido y sin enjuague. No olvides dar un pequeño masaje con las yemas de tus dedos una vez que hayas retirado la mascarilla para obtener una mejor absorción del producto que haya quedado en tu piel. TIP: mételas al refrigerador unos minutos antes de su aplicación para que tengas un efecto más refrescante.
Mascarillas en gel y crema: si lo que buscas es hidratar, nutrir y calmar tu piel, este tipo de mascarillas es ideal para ti, ya que se encargan de hidratar profundamente e incluso combatir los signos de la edad. TIP: Si tienes la piel muy seca, puedes dejarlas actuar durante toda la noche, y por la mañana despertarás con tu piel notablemente más hidratada.
Mascarillas de arcilla/barro: son tu mejor opción si lo que buscas es purificar, limpiar y desintoxicar tu piel. La arcilla tiene propiedades antisépticas, calmantes, estimulantes y regeneradoras. Tienen la capacidad de absorber las impurezas de la piel a profundidad, por lo que se recomiendan principalmente para pieles grasas o con tendencias acnéicas. Aplícalas una vez a la semana para evitar resecar tu piel y no olvides retirarlas con agua tibia una vez que los 15 minutos se hayan cumplido.
Mascarillas peel-off: este tipo de mascarillas tienen la peculiaridad de tener una textura en gel que, después de aplicarla, se va solidificando hasta convertirse en una fina capa gelatinosa, que al ser retirada arrastra las impurezas y puntos negros del cutis. Puedes usarlas semanalmente y se recomienda que al momento de retirarlas, comiences a jalarla de la parte inferior de la cara hacia arriba. TIP: Antes de ponerte la mascarilla, aplica en tu cara un baño de vapor para abrir los poros para obtener mejores resultados.